


LA TORRE DEL RELOJ, ENCLAVADA EN LO ALTO DE UN MONTÍCULO, PRESIDE JUNTO CON SANTA BÁRBARA Y EL CASTILLO, TODA LA CIUDAD DE MONÓVAR. LA TORRE SE CONSTRUYÓ EN EL AÑO 1734 POR EL MAESTRO ALICANTINO TOMÁS TEROL. DESDE SU CONSTRUCCIÓN HA SIDO FIGURA POPULAR Y SEÑERA DE MONÓVAR.
Es un buen ejemplo de torre exenta, muy poco habitual en el sur valenciano, destinada exclusivamente a fines civiles: alojar el reloj de la ciudad y sus campanas. Tiene 18 metros de alzada, de planta cuadrada y consta de cuatro cuerpos decrecientes en tamaño según se elevan. En el segundo cuerpo se dispone el reloj de sol, y encima de éste, el mecánico. Los dos últimos cuerpos, perforados por arcos alojan las campanas. Una simple decoración con bolas aparece en el último cuerpo, que remata con la característica cúpula de teja azul vidriada y una veleta.
La noticia más antigua que habla de esta torre la encontramos en un acta del Consell de la villa de 1616 según el cual se carecía de fondos para construir la torre campanario de la iglesia y el primer reloj comunal de la Villa.
Los relojes estuvieron instalados en la torre campanario de la anterior iglesia desde 1653 a 1734 sin que sepamos si hubieron más a parte de estos dos.
La construcción de la actual torre fue debida probablemente a la necesidad imperiosa de trasladar el reloj, ya que la torre de la iglesia estaba en ruinas según consta en los libros de Fábrica de la iglesia. El Consell, que habitualmente pagaba los gastos de construcción de las torres campanarios de las iglesias, decidió elevar una nueva en lugar diferente y no esperar más tiempo, pues la nueva torre de la iglesia -debido a engorrosos pleitos entre el Consell y los maestros constructores- no empezaría hasta 1750.