Finalmente, usted se encuentra frente al lugar en el que se encontraba el aeródromo de El Fondó, enclave desde el que el último gobierno de la II República partió hacia el exilio el día 6 de marzo de 1939. El aeródromo estaba situado en un punto estratégico, en un cruce de caminos de las carreteras procedentes de Albacete, Alicante o Valencia, en dirección a Murcia.

 

La construcción del aeródromo tuvo lugar a principios del verano de 1937. Tras la siega, un grupo de agricultores con un rulo tirado por mulas allanaron el terreno y facilitaron la instalación del campo de aviación, que ocupaba una superficie de 1.175.000 m² aproximadamente.

 

Durante el período activo del aeródromo, la pedanía de El Fondó se preparó para la acogida del ejército e improvisó un pequeño cuartel general en una almazara y bodega de uno de los 5 terratenientes del lugar, Florencio Pérez Hurtado, propiedad que recuperaría tras el abandono de la zona de las tropas militares. Para abastecer el aeródromo y el cuartel general se dotó de una docena de soldados, bajo el mando de un sargento y un teniente, y se instalaron la luz eléctrica y el teléfono.

 

La función principal del aeródromo fue dejar una puerta abierta para una posible evacuación. El 6 de marzo de 1939 los máximos dirigentes del Partido Comunista que se encontraban en la llamada posición Dakar (Elda) se desplazaron hasta aquí tras dirigirse a Sax y Salinas, desde donde llegaron al campo de aviación para tomar el vuelo que los conduciría hasta Orán. Según la documentación conservada, los aviones que partieron con este destino fueron del modelo Havilland Dragon Rapide.

 

En el primer vuelo, viajaron los poetas Rafael Alberti y María Teresa León, el General Cordón, subsecretario del aire, y el Coronel Núñez Mazas.

 

El segundo avión, también del modelo Havilland Dragon Rapide y con el mismo destino, transportó a los principales dirigentes del PCE, entre los cuales estaba Dolores Ibárruri “Pasionaria” y su secretaria Irene Falcón.

 

A mediodía se efectuó el tercer vuelo. En esta ocasión, el avión era un Douglas DC-2 de las Líneas Aéreas Españolas y su destino era Toulouse. En él viajó Juan Negrín, el presidente del gobierno de la II República, acompañado de Álvarez del Vayo, ministro de Estado, y diferentes miembros del gabinete. El presidente salió de la posición Yuste, en el Poblet de Petrer, y se dirigió a Monóvar, atravesó su calle principal, la Calle Mayor, y continuó por la carretera que unía el pueblo con El Fondó. Así se puso fin al gobierno de la II República en España.

 

Tras el vuelo de Negrín, el resto de la cúpula del PCE abandonó la posición Dakar en Elda y se dirigió al aeródromo. En el cuartel general de El Fondó tuvo lugar la última reunión de esta formación. Algunos de los presentes fueron Palmiro Togliatti, Hidalgo de Cisneros, Fernando Claudín, Enrique Líster, Juan Modesto, Luis Delage García, Manuel Delicado, Pedro Checa, Vicente Uribe, Enrique Castro, Ángel Álvarez, Jesús Fusimaña, Manuel Tagueña, Luis Romero, Mateo Merino, Soliva, Ernesto Navarro, entre otros. Allí acordaron que abandonarían España poco antes de amanecer. Algunos de ellos salieron desde el aeródromo en dos vuelos hacia Toulouse y otro vuelo en dirección a Orán, mientras que el resto se aventuraron por carretera en varias direcciones.

 

A partir de entonces, los terrenos del antiguo aeródromo volvieron a su función original como campos agrícolas. Sólo se utilizaron una vez más como campo de aviación en 1954, cuando un vuelo de enseñanza se vio obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia sobre la antigua pista.

 

Los episodios finales de la Guerra Civil han dejado una fuerte impronta en la memoria popular de los vecinos y las vecinas de El Fondó. Por ejemplo, se cuenta que, tras los preparativos previos al despegue, uno de los aviones tuvo que abortar el vuelo por exceso de peso. Cuando regresó al principio de la pista, se abrieron las puertas y desde el interior se arrojaron varias maletas. Así, el avión aligeró su peso y por fin pudo alzar el vuelo. La anécdota continúa con el hecho de que uno de los conductores de los automóviles que había llevado a los pasajeros hasta el aeródromo, recogió estas maletas y se las llevó.

 

Los ojos de curiosos y niños que contemplaban la escena desde sus casas o escondidos y el recuerdo que deja el paso del tiempo han propiciado una multitud de versiones sobre este hecho que, si bien la tradición oral recoge, lo cierto es que no se encuentra debidamente documentado. La leyenda se alentó y se engrandeció al contar que las citadas maletas contenían una gran suma de dinero. Ciertamente, esto último resulta más difícil de creer.

 

No obstante, es una buena muestra de la impresión que dejó el final de la República en el vecindario de El Fondó.

 

FOTO 1: Avión De Havilland DH-89 “Dragon Rapide”. De matrícula LR-2, en el que Dolores Ibárruri y sus acompañantes volaron desde El Fondó de Monòver al aeródromo de La Senia, en Orán, Argelia francesa, el 6 de marzo de 1939.
(Fotografía del archivo del Historiador Militar y Aeronáutico D. Juan Arráez Cerdá).

FOTO 2: Avión Douglas DC-2/115D nº27 de LAPE (Líneas Aéreas Españolas) militarizada, de matricula EC-AGA, similar al que utilizó Juan Negrín para salir de España desde El Fondó rumbo al aeródromo de Toulouse, en Francia.
(Fotografía del archivo del Historiador Militar y Aeronáutico D. Juan Arráez Cerdá).

FOTO 3: Fuente: Ministerio de Defensa. España. Archivo Histórico del Ejército del Aire.